El Sistema E-bus utiliza elementos ya existentes en el mercado, y cuyas funciones encomendadas son las propias para lo que han sido fabricadas.
El Regulador semafórico recoge una programación similar a la que dispone para detectores de espiras.
La cabeza semafórica triangular es de construcción idéntica a las existentes.
El Emisor/Receptor de infrarrojos ha sido fabricado para este propósito, aunque con aplicaciones diferentes.
La banda reflectante adhesiva es un elemento no-activo, por lo que en los vehículos a priorizar no existen equipos o dispositivos que puedan afectar a su funcionamiento normal.
La implantación lleva una fase de estudio previa que dependerá de la complejidad de la intersección y de la prioridad a establecer, pero la incorporación física de los elementos, baliza, cabeza semafórica y banda reflectante, son de muy sencilla ejecución.
El tiempo medio de implantación se calcula, programación del regulador incluida, de 2 a 3 semanas.
Una vez efectuada la implantación la prioridad está operativa de manera inmediata.
El Sistema E-bus es un sistema que ante una avería no altera el normal funcionamiento de la regulación semafórica de la intersección. Esto significa que una no-detección en baliza, la cabeza semafórica apagada, o ante cualquier otra anomalía, la regulación y funcionamiento del tráfico no se ve afectada.
La baliza física es un elemento diferenciador con respecto a otros Sistemas de Prioridad, y forma parte también de una mejora, en tanto en cuanto el conductor del vehículo a priorizar, puede activar o no activarla a voluntad, interactuando igualmente en la situación del cruce frente al que se encuentra.
El Sistema E-bus se puede incorporar a vehículos de muy diferentes Servicios Públicos, con una misma infraestructura, se pueden diferenciar los vehículos (bandas reflectantes) y establecer el Tipo/Grado de prioridad para cada uno de ellos y sus posibles restricciones.
Así tendríamos como priorizables los vehículos de los Servicios Públicos de:
La cabeza semafórica con triángulo de «Leds» es uno de los elementos diferenciadores del Sistema E-bus y que potencia las mejoras de la técnica frente a otros sistemas de prioridad semafórica.
A saber:
La cabeza semafórica, con su estado (apagado, intermitente o encendido) da una información muy valiosa al conductor del vehículo a priorizar, que le permite adaptar su conducción a la situación de la misma.
El conductor, por tanto, interacciona con el tráfico tomando esta información como base, y así sabe:
Esta cabeza semafórica también genera entre el resto de conductores el conocimiento de que determinados vehículos de Servicio Público están siendo priorizados frente al resto.